Ser libre

Arboles que brillan, música de fondo. Me besas, te beso no hay temor. Tomas mi mano, me llevas a un lugar especial, me abrazas, como si el tiempo fuera nuestro. Tus brazos alrededor de mi cintura, tu pecho contra mi espalda. Tu boca tan cerca de mi oído que puedo escuchar tu respiración No hay otro lugar donde quisiera estar en este momento. Tu cuerpo aprisiona y apasiona al mío, mi cabeza se gira hacia el firmamento para mirar las estrellas, y descubre el brillo de cada una de ellas en tu mirada. Hermoso, como si viera el cielo por primera vez. No hay nadie aquí, tú puedes ser tú y yo puedo ser yo. Hoy solo existe el nosotros! http://www.youtube.com/watch?v=Mk2jjCSeUHc google.com, pub-8412099782700700, DIRECT, f08c47fec0942fa0

Hace casi dos décadas, en una de tantas visitas que le hiciera a mi moribunda abuela en el hospital me confundió con "Lita", su mamá. Teniendo 89 años había caído en demencia senil.  Me explicaba el médico que los recuerdos que ella grabó en su mente cuando era joven eran los que permanecían, porque fueron grabados con un equipo (su cerebro) en óptimas condiciones. Lo más reciente, el presente, era confuso para ella, pues con equipo dañado, no podía haber sido guardado apropiadamente. El punto es, que me contaba las historias del pasado como si fueran recientes, creyendo que se las contaba en confianza a su mamá. "Cuando papá me obligó a casarme con Simón, yo estaba enamorada de Oscar, el muchacho que vivía en la finca que estaba a la par de la de nosotros, allá en San Pablo de Turrubares. La noche anterior al matrimonio, Oscar me dijo que nos escapáramos, pero yo le dije que no, porque papá me hubiera buscado hasta debajo de la piedras y me hubiera matado a p...

Tal como una paleta de pintor esta llena de colores que se entremezclan entre ellos para formar nuevos colores, los seres humanos poseemos un sinnúmero de emociones mutantes con respecto a los demás y a nosotros mismos.  Estas nos alegran, nos provocan ira, nos confunden, nos entristecen, nos tergiversan, nos elevan, nos desdibujan o nos falsean la verdad. Emociones que pueden pasar como la música por todas las notas. Desde las mas agudas hasta las mas graves. ¿Nos entendemos? ¿Entendemos a los demás? La respuesta sin lugar a dudas es NO. No podríamos aspirar a entender a otros, cuando nuestra propia forma de pensar varia aveces, con cada nueva posición del segundero. Hay algunos sentimientos que quisiéramos apartar de nosotros y no podemos, mientras que, cuando quisiéramos sentirnos de cierta forma en la situación que así lo amerite, no lo logramos.  Como dijo Rubén Darío en su Canción de otoño en primavera "Cuando quiero llorar, no lloro y a veces lloro sin...