No hay peor tortura que nuestro pensamiento.

Peleando con nuestros propios demonios, algunas veces perdemos la batalla, pero la mayoría de las veces ganamos la guerra. Pensar de más, debería ser prohibido!!! Inventamos lo que no se ha dicho, presumimos lo que piensan los demás, sacamos conclusiones a priori y no esperamos a saber la verdad. Nuestro pensamiento, ese mismo que nos permite llevar a cabo los trámites necesarios para sobrevivir cada día; podría de vez en cuando ser el autor de nuestra desdicha potencial. Nos hace creer que no somos queridos, que nuestro trabajo es defectuoso, que nuestro cuerpo tiene menos valor del que en realidad tiene o en el peor de los escenarios, que no vale la pena vivir. Es un huésped parasitario, cuya esencia novelesca pareciera ser hermana gemela del famoso Mr. Hyde, personaje en quien se convirtiera el Dr. Jekyll y que representaba la maldad reprimida en él. No s hace pasar bipolarmente, de la alegría a la angustia, incluso cuando esta es irracional. Pens...