Ser libre: Un sentimiento
La libertad mas que un estado, es un sentimiento.
Hay quienes habiendo perdido su condición de personas libres, se sienten dueños de su ser y otros que aún sin rejas a su alrededor, no disfrutan de la sensación de libertad. Este pensamiento podría convertirse en punto de polémica o de consenso general.
Llega un momento en la vida de las personas, en que nos negamos rotundamente a renunciar a la preciosa LIBERTAD.
Libertad para expresarnos, para ser nosotros mismos, para ver la vida con nuestros propios ojos y no con los de la colectividad.
Libertad de culto, libertad política, libertad para preferir lo que a otros no les gusta... sea un equipo de fútbol, un tipo específico de música, de alimentos, nuestro lugar feliz, nuestra zona de confort, nuestro estado civil o conyugal, nuestro derecho a elegir si queremos ser padres o no, nuestra libertad sexual, nuestros puntos de obsesivo-compulsividad y nuestros fetiches o tabúes.
Con el pasar del tiempo nos hemos dado cuenta de que no podemos ser felices, ni plenos, intentando complacer a los demás, sino a nosotros mismos. Sin embargo, como "NO HAY ALMUERZO GRATIS" nuestra libertad no puede interferir con la de los demás. Así que debemos respetar a quienes nos rodean para ser respetados. No podemos esperar que los demás piensen o actúen como nosotros lo hacemos.
La libertad absoluta jamás la podremos adquirir...pero moriremos en el intento de alcanzar el nivel máximo al que podamos llegar, teniendo claro, que las personas no somos pertenencias de nadie, que la sociedad que tanto nos preocupa somos nosotros mismos, que cuando dejemos de señalar a otros, podremos vivir en paz también y que la vida no es una gran prisión de la que solo obtendremos el indulto al morir.
"Quiero vivir la vida aventurera
de los errantes pájaros marinos;
no tener, para ir a otra ribera,
la prosaica visión de los caminos..."
Julián Marchena
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