Corazón de Aquiles
Conversando con una amiga sobre el "mundo femenino" y el "mundo masculino" , llegamos a una conclusión nada inesperada, son totalmente diferentes.
La forma en que los varones ven las relaciones de pareja, podría ser irritantemente práctica; mientras que la forma en que las mujeres lo hacen, podría ser irritantemente complicada.
Generalizar no sería sano, es más, podría ser visto como "machismo femenino"; pero estoy casi segura, que somos las mujeres las que vivimos dándole vueltas y mas vueltas a un mismo asunto, sin llegar a nada productivo.
Un hombre, podría desconectarse totalmente de aquella o aquellas mujeres que le interesan, quiere o ama, porque está sumido en los quehaceres de su habitual medio de obtener ingresos y desvenvolverse como persona productiva. Una mujer podría hacer sus labores diarias y a la vez, arreglárselas para inventar las mil y un razones por las que aquel, en quien ella ha puesto toda su atención, no la llama o busca.
¿Tendrá otra mujer? ¡Ya no me quiere! ¡No le intereso lo suficiente! ¡No quiere saber mas de mi!
Seremos paranoicas o estaremos en lo cierto acerca de nuestras aseveraciones?
Al final del día, de la semana o del mes, cuando somos nuevamente contactadas por esas causas de nuestro desvelo y también de nuestra alegría, llamadas HOMBRES; mandamos nuestras dudas a la región del olvido, eso sí, hasta nuevo aviso.
Decía entonces mi amiga que quisiera tener las habilidades que tienen los varones para no ver su celular, no llamar, no buscar, solo disfrutar de ciertos momentos específicos y seguir con su vida. ¿Será posible? ¡No! Hombres y mujeres, como dije antes, somos muy diferentes y no por menos existe aquel famoso librito llamado LOS HOMBRES SON DE MARTE, LAS MUJERES SON DE VENUS.
No llorar, no sufrir, no esperar o desesperar, son para nosotras misiones imposibles. Con esto, no quiero decir que ellos sean simples máquinas configuradas para tener sexo y no pensar nada hasta el próximo encuentro; pero sí tienen su forma particular para lidiar con la distancia, el tiempo, las notificaciones de su corazón y hasta las rupturas.
Admitir sus sentimientos, temores, derrotas o entusiasmos, podría ser letal en el mundo masculino, y eso definitivamente habla mal de nosotras las mujeres, pues fuimos nosotras mismas quienes los criamos bajo regímenes "chauvinistas" que nos transmitieron las generaciones anteriores: "Los hombres no lloran", "Mujeres hay muchas", "Ella no vale la pena".
Por otro lado, las féminas, crecimos castradas, escuchando frases como: "La mujer debe ser deseada y no sobrada", "Las mujeres no tienen que buscar a nadie", "Deje que sea él el que ruegue", "Déjelo que se humille". Dichas sentencias, nos inhabilitan para preguntar ¿Por qué no me llamaste?, ¿Qué pasó? o simplemente, decir: Pensé mucho en ti hoy. Les dimos a ellos la responsabilidad de buscarnos, llamarnos, invitarnos, acosarnos, tomar la iniciativa durante el sexo y hasta acabar con la relación.
Que certera mi amiga Karla, cuando decía que las mujeres no podemos disfrutar como ellos, sin involucrar sentimientos angustiosos; debido a nuestro "Talón de Aquiles" o mas bien; a nuestro "CORAZÓN DE AQUILES".
Y desde luego, en esos pechos masculinos que tanto nos gustan, también existe un hermoso corazón, pero uno que decidió proceder de manera relajada y no enredarse tanto en complicaciones sin sentido. Para ellos, es mejor vivir el espacio de tiempo que les afecta.
Nosotras en cambio, estamos bien y escogemos estar mal. Preguntamos cosas como: ¿nosotros que somos? , ¿esto a dónde irá a parar?, ¿me quieres?, ¿qué pasaría si te enamoras de otra o si terminamos?
Y ¿qué importa? ¿no me llamó a mí? ¿no está él conmigo en este momento? ¿no está abrazándome? ¿no está haciendo el amor conmigo? ¿qué importa si somos amigos, novios, amantes o nada? ¿no la estamos pasando bien? Existe algo lo hace venir hacia mí. Magnetismo, química, atracción física, costumbre, cariño, amor. ¿Qué importa?
Agrega mi hijo, cuya inteligencia emocional va por buen camino a sus escasos dieciocho años, que "sea por simplicidad, complicación o complicidad, hombres y mujeres siempre terminaremos juntos".
Claro, así como se declara en la letra pequeña de las cajetillas de cigarros o botellas de licor, existen riesgos. No siempre podemos ver la vida de manera tan light. Vivir sin frenos puede ser peligroso. Sin embargo; cierro con esta cita, que a partir de ahora sonará como contradicción ¿QUE NOS PREOCUPA TANTO DE LA VIDA? Si al fin y al cabo nadie sale vivo de ella.
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Hola Marisol.
ResponderEliminarConsidero que este comentario es ambiguo ya que no tomas una posición definida, lo cual se sale un poco de tu estilo en comentarios anteriores.
Los motivos están implícitamente descritos en él. Quisiera para darle un matiz diferente a tu comentario hacerte ésta pregunta: Consideras que la religión (cualquiera que sea su denominación) ha influido en la forma de actuar tanto de los hombres como de las mujeres? Este mi querida Marisol es un tema interesante y que como vos misma decis levanta roncha, y te invito a discutirlo objetivamente.
Hay registros que muestran que en civilizaciones como la Celta, Sármatas, Pictus, etc, la mujer jugo un papel predominante en la sociedad. Participaba en la toma de decisiones, criaba a los hijos y era guerrera junto a los hombres quienes compartian responsabilidades.
En los Rollos del Qumrán o Manuscritos del Mar Muerto como se conocen, se describe una sociedad que convivía en perfecta armonía. La mujer no solo participaba de los rituales religiosos, sino que también formaba parte del Gobierno, tomaba decisiones de Estado y participa en la educación de los hijos; lo cual le daba el mismo estatus social a hombres y mujeres.
Estos conceptos desaparecen con la cristianización de los pueblos "paganos" (del Latín Paganus: persona que reside en el campo) y da origen a la castración sistemática de la figura de la mujer como miembro igual al hombre dentro de la sociedad.
Como puedes notar este tema es sumante interesante y tiene muchísimas aristas.
Te invito a explorar otros puntos de vista de un mismo tema.
Cuidate mucho...un abraso!!!
Warner, amigo mío:
ResponderEliminarMis comentarios realmente no están documentados con base en la historia o estadísticas sofisticadas. Tú, en eso estás mucho mejor preparado que yo y es por eso que tus comentarios nos enriquecen. Mis blogs tienen fundamento en mi generación, la de mi madre y abuela. Su campo de acción está limitado al lente de mi cámara y la fotografía que le he tomado a la sociedad a través de quienes me rodean. Su ambigüedad, advertida en el último párrafo del mismo blog...es como la vida misma. No hay hoja blanca sin punto negro y viceversa.